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Tanzania fue una perfecta elección para nuestro viaje de novios. Acostumbrados a un turismo más urbano, un safari nos pareció algo diferente y ¡fue todo un acierto!. Ver en su hábitat natural desde cebras, jirafas hasta elefantes o leones, fue una experiencia increíble. Nos sentimos como dentro de un documental de National-Geographic (aunque la banda sonora de El Rey León sonaba también en mi cabeza! ;p). Si a eso le sumas unos paisajes tan impresionantes como los del Serengueti, Ngorongoro, Lago Manyara o , entonces ya es que no hay palabras, hay que ir para vivirlo!…
Algo que nos encantó fue pasar un día con la tribu de los Bosquimanos. Fuimos a cazar con ellos y nos pareció todo un espectáculo y una experiencia inolvidable conocerles. También nos pareció increíble pasar dos noches en una tienda de campaña en mitad del Serengueti. Sí, se escuchan a los leones rugir por la noche, pero es una experiencia única.
Nuestro viaje terminó con 5 días en la isla de Zanzíbar, pasando un día por su capital, Stone Town (una ciudad decadente pero con mucho encanto). La capital nos pareció una visita muy interesante para poner los pies en la tierra y ver cómo vive la gente de allí antes de pasar unos días de relax y algo más aislados en sus increíbles playas de arena blanca y aguas turquesa.
Una suerte haber encontrado a Nyala Tours (íbamos sobre seguro gracias a la recomendación de unos amigos) ya que Miguel nos propuso un planin que nos encajó desde el momento cero. Por cierto, una muy buena recomendación que ya incluye Miguel en su documentación es llevar un buen equipo de fotografía. ¡Hicimos unas fotos increíbles!