¡En nuestro viaje, todo funciono como un reloj!
Israel , un viaje muy interesante, y con una historia complicada, a veces difícil de entender. Ante las dudas iniciales en cuanto a seguridad, la verdad es que en ningún caso sentimos que no la hubiera, se puede ir perfectamente sin ningún miedo, Incluso pasamos a Palestina, para visitar Belén, sin problema ninguno. Llevamos los pasaportes, pero ni nos los pidieron.
Tel Aviv , donde empezamos el recorrido, es la modernidad, un lugar cosmpolita lleno de bares, restaurantes etc, y una fantástica playa, que puedes aprovechar para coger fuerzas, para un recorrido de lo más intenso, ¡¡ hay tanto que ver, ¡¡ frente a Jerusalem que una vuelta al pasado , de siglos…
Una parada obligada en el recorrido es el mar muerto además del baño y los barros, luego te puedes volver loco comprando cremas que la verdad ¡son fantásticas¡, merecen la pena. Jerusalem, es una joya, en todos los sentidos, un lugar que transmite energía positiva, no sé si tendrá que ver que es la cuna de las tres religiones más importantes del mundo, pero es lo que percibes.
Una ciudad de contrastes, en la que conviven tanto musulmanes, como judíos y cristianos, aunque separados por barrios, pero juntos, aunque no revueltos.El muro de los lamentos, un lugar para visitar y sentir, además de dejar en el muro tus peticiones escritas en papel, tradición puramente judía, pero que ahora hacemos todos los que pasamos por allí.
En nuestro viaje, todo funciono como un reloj, perfectamente, en lo que además de la buena organización de Nyala Tours, también influyó lo riguroso y cumplidor que es el pueblo judío.