Parque Nacional de Göreme y la Capadocia: En el valle de Göreme y sus alrededores, en medio de un espectacular paisaje de rocas en erosión, hay toda una serie de santuarios rupestres del arte bizantino, así como viviendas y aldeas troglodíticas y subterráneas que son vestigios de un hábitat humano tradicional cuyos orígenes se remontan al siglo IV.
La Gran mezquita y hospital de Divriği: En esta región de Anatolia conquistada por los turcos a principios del siglo XI, el emir Ahmet Shah ordenó construir en 1228-1229 una mezquita provista de una sola sala de oración y rematada por dos cúpulas, así como un hospital. Esta obra maestra de la arquitectura islámica se caracteriza tanto por la perfección técnica de sus bóvedas como por la creatividad y exuberancia de la ornamentación esculpida en los tres puertas de acceso, que contrastan con la total austeridad del interior del edificio.
La ciudad antigua de Estambul: Estratégicamente situada en la península del Bósforo, entre los Balcanes y Anatolia, el Mar Negro y el Mediterráneo, la ciudad de Estambul ha sido el escenario de grandes acontecimientos políticos, religiosos y artísticos durante más de dos mil años. Entre sus numerosos monumentos cabe destacar el antiguo hipódromo de Constantino, la basílica de Santa Sofía y la mezquita de Solimán el Magnífico todo un conjunto de monumentos en un espacio reducido.
Hatusa, la capital de los hititas: El sitio arqueológico de Hatusa, antigua capital del Imperio Hitita, es excepcional por la organización de la ciudad, los tipos de construcciones conservadas (templos, mansiones reales y fortificaciones) y la riqueza ornamental de la Puerta de los Leones y la Puerta Real, así como por el conjunto de arte rupestre de Yazilikaya.
Nemrut Dağ: El monte Nemrut alberga los restos de una de las más ambiciosas construcciones de la época helenística, el mausoleo del rey Antíoco I, un reino creado al norte de Siria y el Éufrates tras el desmembramiento del imperio de Alejandro el Magno.
Hierápolis – Pamukkale: Creado por las aguas saturadas de calcita de manantiales en una colina de 200 metros de altura, el fantástico paisaje fantástico de Pamukkale forma cascadas de minerales increíbles. Aquí fue donde la dinastía de los atalidas, reyes de Pérgamo, crearon el balneario de Hierápolis a finales del siglo II a.C. El sitio alberga las ruinas de las termas, los templos y otros monumentos griegos.
Xanthos – Letoon: El sitio de Xanthos, capital de la antigua Licia, es representativo de la mezcla de la estética tradicional licia con la griega, sobre todo en el arte funerario. Lasinscripciones de los monumentos son de importancia capital para conocer la historia de los licios y su lengua indoeuropea.
Ciudad de Safranbolu: Desde el siglo XIII hasta la llegada del ferrocarril, a comienzos del siglo XX, Safranbolu fue una parada importante de las caravanas que se desplazaban por la principal ruta comercial terrestre entre Oriente y Occidente. La vieja mezquita, los antiguos baños públicos y la madraza de Solimán Pachá se edificaron el año 1322. Durante su período de apogeo, en el siglo XVII, la arquitectura de esta ciudad ejerció una acusada influencia en las realizaciones urbanas de una gran parte del imperio otomano.
Sitio arqueológico de Troya: Este lugar con 4.000 años de historia, es uno de los más célebres del mundo. Las primeras excavaciones del sitio datan del año 1870 y fueron realizadas por el famoso arqueólogo Heinrich Schliemann. Desde un punto de vista científico, sus numerosos vestigios constituyen la prueba más importante del primer contacto entre las civilizaciones de Anatolia y el mundo mediterráneo. El asedio de Troya por los guerreros espartanos llegados de Grecia hacia el siglo XIII o XII a.C., fue inmortalizado por Homero en La Ilíada y desde entonces ha sido una fuente continua de inspiración para grandes artistas del mundo entero.
La Mezquita y complejo social de Selimiye: Esta mezquita de planta cuadrada con su gran cúpula y sus cuatro esbeltos minaretes domina el perfil de la ciudad de Edirne, antigua capital otomana. Sinan, el más célebre de los arquitectos otomanos del siglo XVI, consideraba su obra maestra esta mezquita y su conjunto arquitectónico enexo, formado por madrazas, un mercado cubierto, la casa del reloj, un patio exterior y la biblioteca. Realizada con cerámicas de Iznik fabricadas en el periodo más floreciente de su producción, la ornamentación interior es una muestra de ejecución artística con este tipo de material que nunca se ha llegado a igualar.
Restos neolítico de Çatalhöyük: Dos colinas forman este sitio del sur de la llanura de Anatolia, cuya superficie supera los 137.000 metros cuadrados. El montículo de mayor altura, situado al este, contiene huellas de 18 niveles de ocupación neolítica entre los años 7.400 y 6.200 a. de C., que incluyen pinturas murales, relieves, esculturas y otros rasgos simbólicos y artísticos. Juntos, atestiguan la evolución de la organización social y las prácticas culturales a medida que los humanos se adaptaron a la vida sedentaria.
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