¡Sin duda recomendamos este circuito!
En nuestro reciente viaje en circuito privado a Irán (del 29 de marzo al 4 de abril) hemos podido comprobar la amabilidad y buena acogida de aquellas gentes. Por donde quiera que vas te saludan y se quieren fotografiar contigo. Además cuando dices que eres de España todavía te tratan mejor.
La comida está muy buena de acuerdo con su manera de cocinar, un poco especiada con mucho sabor. Hay que destacar el kebak de cordero, muy rico, y los yogures que comen con las comidas principales aliñados con pepino o chalota (cebollitas) Todo lo sirven con arroz a veces sazonado con azafrán; con este hacen también un helado muy rico. El pan que elaboran está muy bueno pero está hecho sin levadura: son una especie de tortas. Todas las bebidas son sin alcohol, también la cerveza, pero está buena, de sabor afrutado.
Los lugares que hemos visitado nos han gustado mucho, sobre todo Persepolis y la ciudad de Isfahan, con su plaza Naghshe Jahan que es enorme y con mucho ambiente por la noche y por el día. Su puente de arcos Sio Se, aunque el río no tenga agua. La gente pasea por el mismo de noche cuando está más animado. Como hemos estado allí coincidiendo con las fiestas de primavera, había mucha gente por todos lados, haciendo picnic en cualquier parte, almuerzos y cenas, en los parques de las ciudades.
La temperatura ahora es mejor que en verano, pero ya era calurosa sobre todo en Yazd, la ciudad más calurosa de todas, 35 grados. La única pega es para las mujeres porque no puedes llevar manga corta ni faldas y siempre con pañuelo en la cabeza. Tampoco los hombres llevan pantalón corto. Por eso, es un poco agobiante y más si entras en algunas mezquitas o en el mausoleo de Qom, donde te colocan un shador, vestimenta hasta los tobillos y desde la cabeza. Pero los lugares son hermosos y merece la pena.